Apagó su voz la destacada novelista Raquel Saguier.

En horas de la madrugada de ayer, falleció en esta capital la escritora Raquel Saguier. Con su desaparición, calla una de las voces narrativas contemporáneas más importantes del país. Saguier, quien se encontraba aquejada de una grave enfermedad, había nacido en Asunción en 1940. Sus restos son velados en Parque Serenidad (España y Boquerón), desde donde partirán hoy a las 9 horas para ser sepultados en el Cementerio Privado Jardín Paraíso, de Luque.




Reconocida por el propio Augusto Roa Bastos como una de las novelistas más destacadas de las letras paraguayas, comenzó a incursionar en la literatura en diversos talleres literarios como el Taller Cuento Breve, creado por el recientemente fallecido Hugo Rodríguez Alcalá, y en otros del medio. Su última obra “El amor de mis amores”, inspirada en su esposo, ya fallecido, fue finalista para el Premio Nacional de Literatura de este año.

Publicó su primera novela “La niña que perdí en el circo” en 1987, que en la actual cuenta con dieciocho reediciones y fue traducida al portugués y al francés. En 1989 publicó “La vera historia de Purificación”, en 1994 “Esta zanja está ocupada”, novela con la que ganó una mención especial en el Premio Nacional de Literatura del 1995, habiendo recibido por la misma también el Premio El Lector. En 1999 vio la luz su novela “La posta del placer” por el que obtuvo el Premio Municipal de Literatura correspondiente al 2000.

Sus obras figuran en numerosas antologías nacionales e internacionales y es motivo de estudio en instituciones educativas del país.

Su editora, Vidalia Sánchez, directora de la Editorial Servilibro, manifestó sentirse sumamente golpeada por su partida, “Últimamente compartíamos mucho tiempo juntas, porque estuvimos trabajando por la edición de “El amor de mis amores”. Para mí, más que la gran novelista, fue una gran mujer de mucha calidez humana. Cuando viajábamos al interior para presentar sus obras o para participar de las ferias de libros, ella era muy amable con todos. Se pasaba saludando a la gente. Recuerdo una vez cuando viajamos a Buenos Aires para la feria del libro, como estaba cansada, se quitó los zapatos y caminó descalza sobre la alfombra. Era así, totalmente espontánea. Además de perder a una gran escritora, Paraguay pierde a una persona extraordinaria. Según me contaron, ella estuvo lúcida hasta el último instante. Hablé con ella el miércoles pasado y parecía sentirse mejor, incluso dijo que acababa de llegar de su sesión de quimioterapia y que la misma no le había afectado tanto como de costumbre. Teníamos muchos planes p
ara presentar su último libro y viajar a la próxima Feria del Libro de Buenos Aires”. Saguier publicó los tres primeros títulos con Rafael Peroni, luego, desde el 91 edito todos sus trabajos con Servilibro.